jueves, 21 de abril de 2016

El mudo del clásico

El sentimiento futbolero tiene aristas, muchas, y algunas impensadas de conocer. Y mas si vienen de un reconocido simpatizante boquense, el que luce con gallardía su condición de experto en leyes y derecho.
Es inminente otro partido entre River y Boca, y la ansiedad se deja ver en el hincha, pese a la necesidad de demostrar tranquilidad. No sea cosa que el deseo de un triunfo contundente conspire contra él, catástrofe difícil de remontar y más, ante todo, por las suculentas cargadas de quienes esperan el traspié agazapados y escondidos en el gallinero.
Pero el pétreo gesto adusto ante consultas al respecto (muchas veces maliciosas), no pudo contener la confesión.
El clímax futbolístico, sin dudas, es el gol. Y la pregunta tenia esa dirección.
"¿¡Cómo vas a gritar un gol de Boca!?". Le mojaron la oreja, y respondió contundente: "ya no grito como antes, que lo hacia con vehemencia".
La sorpresa fue generalizada. Como este fanático pone limites a su alegría. Que extraña situación lo llevó a semejante acto de cordura. "¿Y por qué?"
Lacónico respondió: "es que hace unos años después de gritar un gol me maree".
Ojos bien abiertos, sin palabras. Asi quedaron los interlocutores. El hincha logró callar a quienes buscaban una reacción fanática.
Entro a la cancha ganando uno a cero.